Rendimiento Garantizado
En Kreber, más que vender equipos de prilado, suministramos un proceso de producción completamente operativo.
Garantizamos la calidad de nuestro trabajo.
Nuestras estadísticas de negocio recurrente y nuestra extensa cartera de proyectos, reflejan un alto grado de confianza en el rendimiento de nuestro equipo de prilado. Ofreciendo la Garantía de Rendimiento Kreber hemos dado un nuevo paso adelante para fortalecer esa confianza.
Esta calidad avalada de nuestros diseños industriales es el resultado de décadas de intenso trabajo y dedicación en la aplicación de nuestros conocimientos. Consideramos que la Garantía de Rendimiento Kreber es un logro, y nos enorgullecemos de la confianza que nuestros clientes depositan en nosotros gracias a dicha Garantía.
Esfuerzo Común
Desarrollar y confirmar la Garantía de Rendimiento Kreber es un esfuerzo que llevamos a cabo junto con nuestros clientes. Nuestro equipo de I+D revisa, modeliza y simula cuidadosamente cada aplicación. Seguidamente, se verifican y optimizan los resultados en el Laboratorio de Prilado de Kreber usando los materiales de entrada proporcionados por el cliente. En la Planta Piloto de Prilado de Kreber, producimos muestras en cantidades industriales para seguir haciendo pruebas con el producto.
Una vez que los resultados de todas estas pruebas son satisfactorios, se configura la sección completa de solidificación de su planta de procesamiento nueva o ya existente, de acuerdo con sus necesidades y exigencias. Al diseñar su equipo de prilado nos basamos en los diseños de cientos de sistemas exitosos similares y en un extenso archivo de datos operacionales reales.
Tecnología Patentada
Las pruebas piloto de la operación inicial del sistema se llevan a cabo en nuestra instalación de pruebas. Durante la fase de pruebas piloto se identifican las métricas de rendimiento específicas. Seguidamente, se cuantifican y acuerdan los objetivos del proceso durante la fase de diseño inicial del proyecto.
Los siguientes pasos son la ingeniería de detalle, la fabricación del sistema, la puesta en servicio y el arranque inicial del sistema. Durante el último paso del proceso hacemos una prueba de aceptación in situ (SAT) para confirmar todas las métricas y objetivos del diseño y para completar la Garantía de Rendimiento Kreber.